CERCA, MANO A MANO, DE IGUAL A IGUAL
Por Handball de Primera • 25 Ene, 2011 • Sección: ARCHIVO, SUECIA 2011Siempre habrá varias lecturas para una misma sentencia. Pensar en que hoy quedamos apenas por debajo de un europeo se puede interpretar como consuelo, pero sólo si no se tiene ni idea cómo le iba a nuestras selecciones años atrás, cuando enfrente tenía equipos del nivel de Serbia.La otra forma de ver lo que ocurrió hoy es que no sólo quedamos a un gol de un europeo de los buenos. Quedamos a uno sin tener la mejor de las tardes en términos handbolísticos. Porque Argentina tuvo gran actitud, peleó a muerte cada una de las pelotas y tuvo en Matías Schulz aquella muralla del comienzo mundialista, pero no pudo capitalizar las oportunidades para llevarse un partido que cambió de manos diez veces. Como expresamos en el programa de ayer, si en el futuro inmediato logramos ajustar algunos aspectos de la definición y si al vértigo y la profundidad le sumamos más precisión, Argentina será un equipo realmente de temer. Claro, la velocidad con justeza es lo más difícil de conseguir en esta era de transformación de nuestro deporte. La derrota con Serbia dolerá un ratito porque seguro queda la sensación de que se podría haber ganado. Y eso es lo que nos han legado los Gladiadores. Que si confluyen dos o tres aspectos del juego en una misma tarde, le pueden ganar a cualquiera de los de allá. Y no hablamos de ilusiones ni de expresiones de deseo. Los resultados en este mundial son bastante elocuentes. Se viene Alemania. Mirá que regalito nos tocó para despedirnos de Suecia. Una superpotencia, campeona del mundo hace apenas cuatro años, que hizo el peor mundial de su historia y que hoy se comió una goleada frente a la irregular Noruega. Seguramente nos podría haber tocado algo más liviano. Pero que sea un símbolo de lo que le está pasando a Argentina. Ya no juega la Copa Presidente. Ya no se come el garrón de definir por el 17ª con Túnez. Ahora juega cosas importantes contra los dueños de la pelota. Que sea como en Egipto 2009. Ahí hubo una selección argentina que le ganó a una alemana por primera vez en la historia, con la memorable corrida final de Diego Simonet. Que hacer un gran partido contra los padres del handball sea testimonio de dónde se ha metido nuestra selección.